Grasas Saturadas e Insaturadas, ¿cómo nos afectan?

Grasas saturadas e insaturadas

Cada vez que escuchamos la palabra Grasa tendemos a verla como algo negativo, y nada más lejos de la realidad. Como diría cualquier manipulador de alimentos que se precie, las grasas son necesarias, solo que hemos de saber diferenciarlas. Como cualquier otro alimento, aquellos que contienen grasas nos aportan esos nutrientes que nuestro organismo necesita para vivir. Sería como decir que se trata del combustible que nos permite accionar el mecanismo de nuestro cuerpo, las necesitamos para movernos.
 

Grasas Insaturadas

Cuando requerimos de un esfuerzo extraordinario, nuestro cuerpo tiende a consumir energía de los azúcares y ciertos tipos de grasas más activas y menos estables. A este tipo de grasas se las denomina Insaturadas, las cuales se caracterizan por durar muy poco tiempo en nuestro organismo, se estima que días, e incluso horas.

Estas grasas insaturadas suelen verse en forma líquida a temperatura ambiente, por eso que su presentación más común sea en forma de aceites. Y la razón por la que a veces las denominamos grasas buenas es porque controlan los niveles del colesterol alto y las enfermedades relacionadas con el corazón.

Grasas Monoinsaturadas
 

Tipos de grasas insaturadas

Dentro de las grasas insaturadas, podemos encontrar:

· Las Grasas Monoinsaturadas

Las Grasas Monoinsaturadas son un tipo de lípidos que al enfriarse espesan un poco más, como es el caso del aceite de oliva. Podemos encontrarlas en las aceitunas, en los aguacates o en los frutos secos, como las almendras, los cacahuetes o las avellanas.

· Las Grasas Poliinsaturadas

Las Grasas Poliinsaturadas siguen manteniéndose líquidas al enfriarse, como es el caso de los aceites de pescado, de girasol o de soja, incluso en el marisco, que tiene ácidos grasos poliissaturados Omega 3. Podemos localizarlas en pescados azules como el atún, el salmón, la caballa, la sardina o las anchoas.
Grasas Poliinsaturadas
 

Grasas Saturadas

Por su parte, las Grasas Saturadas son aquellas que pueden almacenarse por más tiempo sin volverse rancias (de ahí que sean tan utilizadas en la elaboración de alimentos a nivel industrial, puesto que permite que la duración de éstos se prolongue por más tiempo, además de proporcionar más sabor). Como contrapartida, al ser menos activas, pero sí más estables y duraderas, estas grasas se almacenan mejor en nuestro organismo con la finalidad de servir de despensa para tiempos de menos actividad, normalmente relacionados con tiempos invernales y por consiguiente, de más hambre. Se interpreta de esto que la naturaleza es sabia y sabe que ha de guardar nutrientes para cuando sea más difícil encontrar alimentos, algo que nos ocurría muy a menudo en la prehistoria y que es lo que suele sucederle a muchos animales. Si a su consumo le unimos ciertos hábitos de sedentarismo, nuestro organismo interpreta que ha de gastar menos energía para no acabar con la despensa a la que antes hacíamos referencia. Se trata de un ácido graso ya procesado que el organismo no tiene la cualidad de transformar, sino que tiende a acumular acabando por obstruir las arterias y generando problemas en el sistema circulatorio.

Grasas SaturadasEstos lípidos están presentes en las carnes rojas, los lácteos y sus derivados. A temperatura ambiente se presentan sólidas y son las responsables, en consumo excesivo, de los niveles altos de colesterol, la obesidad, enfermedades del corazón, las arterias y presión alta.
 

Ácidos Grasos Trans

Por último, podemos citar también los Ácidos Grasos Trans, que son un tipo de ácidos grasos insaturados sometidos a un proceso de Hidrogenación, como ocurre con la producción de margarinas, donde se toman aceites vegetales y se hidrogenan con el fin de solidificarlos. Suelen estar presentes en alimentos relacionados con las comidas rápidas, la bollería industrial, en los alimentos procesados y en los fritos. Ácidos Grasos TransEl consumo excesivo de este tipo de alimentos puede fomentar los problemas de sobrepeso en la población general y propiciar el preocupante aumento de la obesidad infantil. Según estudios recientes, son los responsables de muchas enfermedades cardiovasculares, la diabetes e incluso se asocian con el mayor riesgo de desarrollo de algunos cánceres.

 

Grasas buenas y malas. ¿Qué se recomienda?

En primer lugar, lo que recomendamos es conocer los distintos tipos de grasas o lípidos existentes y saber en qué alimentos se encuentran los diversos ácidos grasos. Una vez hecho esto, saber que hemos de consumirlas en función al tipo de actividad que realicemos a diario, pues no es lo mismo la alimentación que necesita un niño en edad de crecimiento, que las necesidades de una persona joven que hace deporte a diario o trabaja haciendo esfuerzo físico, o los aportes nutricionales que va a requerir una persona adulta con hábitos sedentarios, que serán muchísimo menores. Y en base a todo esto, establecer qué grasas son malas o buenas para cada uno de nosotros, siempre en función a nuestro estilo de vida.

Para mantenernos en forma y llevar una dieta equilibrada, nuestra alimentación debe incluir más alimentos ricos en ácidos grasos insaturados que saturados, puesto que, además de necesarios, son más saludables y ayudan a eliminar las reservas de compuestos grasos malos, controlando así los niveles de colesterol en sangre, mejorando la salud de las arterias y fomentando una buena circulación sanguínea. Además, cada día se recomienda andar al menos unos treinta minutos, puesto que si nuestro cuerpo interpreta que existe letargo, como exponíamos anteriormente, por naturaleza tiende a gastar menos energía, almacenando en nuestro organismo esos elementos grasos tan indeseables que, a día de hoy, son completamente innecesarios y muy perjudiciales. Lee el siguiente artículo sobre la diferencia entre ejercicio aeróbico y anaeróbico, pues te ayudará a saber qué tipo de deportes pueden venirte mejor para eliminar grasas.

Agradecemos tu interés y esperamos que al menos te haya quedado algo más clara la diferencia entre los distintos tipos de grasas.



9 Comentarios
  1. Maria-
    12 abril, 2013 at 9:14

    Fantástico artículo, es importante saber lo que comemos y en qué medidas.
    Gracias por la información!
    Saludos al equipo!

  2. celestino-
    12 enero, 2014 at 11:39

    Esto es tan acertado en su aplicación, , me refiero a saber alimentarse que seriamos menos consumidores de fármacos, se debería impartir como otra enseñanza desde 1º de escolar, la educación alimentaria es como mantenerse en forma, para poder rendir en todos los campos,
    y lo mas importante es uno mismo.

  3. Álvarez-
    8 febrero, 2016 at 14:47

    Me parece muy importante tener ciertos conocimientos de nutrición para saber diferenciar los distintos elementos, ser capaces de leer y entender las etiquetas de los alimentos y poder llevar una alimentación más saludable. Coincido con la opinión del comentario anterior: deberían ser conocimientos que se impartan en el colegio. Seguramente sería una buena forma de que desde pequeños los niños sean capaces de identificar qué alimentos son buenos para su salud y evitar problemas como la obesidad infantil u otros trastornos alimentarios.

  4. RPC-
    24 mayo, 2016 at 18:00

    Gracias por el artículo. Me ha sido muy útil porque necesitaba saber qué alimentos son de cada tipo.

  5. L. Olmedo-
    10 octubre, 2016 at 13:26

    Buen post. Como sugerencia estaría bien que pongáis también algunas recetas saludables y que sean buenas para bajar el colesterol. Saludos

  6. alberto-
    9 diciembre, 2016 at 21:05

    Buscaba las diferencias entre las distintas clases. Esta información me sirvió de ayuda. Gracias!!

  7. Ana M.-
    22 enero, 2017 at 19:07

    Información interesante y de interés no solo para personas con sobrepeso, también para aquellas que tienen colesterol alto o que deben controlar los trigliceridos.

  8. Miguel Romero-
    26 septiembre, 2017 at 20:07

    Gracias por la aportación.
    El artículo es conciso, pero explica de forma muy clara los diferentes tipos y cómo nos afectan. Me ha gustado mucho.

  9. Gorgio comunica-
    10 marzo, 2022 at 2:56

    Me pareció interesante las grasas insaturadas. Lo más es que el salmón es algo caro y se vende muy rápido, casi no hay. Pero el pescado es una excelente opción y las sardinas. Los cacahuetes, el pescado azul y el aceite de oliva me encantan, lo malo es que son muy pocas las grasas insaturadas, por eso dice el dicho: de lo bueno poco. Y hay mucha gente que come tanta carne a lo tonto.

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